Astronomía y Astrología
Los nombres de los astros
y las constelaciones aparecen ya en las listas de palabras sumerias y hay
referencias a sucesos relativos a la Luna, el Sol y Venus en las oraciones a
los dioses Sin, Šamaš e Ištar, respectivamente. La Osa Mayor, las
Pléyades y Sirio también parece ser que fueron considerados importantes.
En relación con el más antiguo saber
astronómico se pueden mencionar las observaciones de la desaparición y reaparición
de Venus, que se conservan en presagios astrológicos de los tiempos de Ammi-Saduqa,
rey paleobabilónico que gobernó en la segunda mitad del siglo XVII AEC.
Varias series de presagios cortos se
ampliaron a lo largo de los cinco o seis siglos siguientes, formando un corpus impresionante de textos que se
conservó en Asiria hasta la caída del imperio, 609 AEC, y en Babilonia hasta la época
seléucida, 312-63 AEC. Estos presagios tratan de la salida helíaca de los planetas, de los
eclipses, los novilunios, la duración del día y la ruta de los planetas entre
los astros, todo ello con el fin de obtener predicciones relativas al rey y su
reino.
La astrología, como sabemos gracias
a la correspondencia real y otros textos, tuvo gran importancia en la corte
asiria de los sargónidas, superando incluso a la aruspicina, que era la
adivinación mediante las vísceras de los animales. La astrología no impidió el
desarrollo de la astronomía matemática y no se perdió el interés por ella
cuando, por ejemplo, se reconoció la regularidad de los eclipses y se dejaron de
presagiar sucesos terribles.
La astrología y la astronomía matemática
ejercieron una influencia considerable en Egipto y en el Occidente helenístico.
Por un lado, la astrología estableció la reputación de la ciencia caldea, que se extendió por toda Europa, mientras que, por
el otro, los astrónomos helenísticos utilizaron los logros de la astronomía
mesopotámica, conservándola y salvándola del olvido.
La
mayoría de textos que se ocupan de temas astronómicos se dividen en dos categorías,
los textos de operaciones, que establecen las reglas para calcular determinados
sucesos, como las posiciones de los planetas y de la Luna o los eclipses, y los
resultados de dichos cálculos, es decir, las efemérides. Las efemérides listan
los plenilunios y novilunios por periodos de hasta dos años, y los eclipses por
periodos que llegan hasta más de cincuenta años. Para constituir un sistema que
midiera la progresión del Sol y los planetas se elaboró un zodiaco. Está claro
que todo esto tuvo un gran valor para el desarrollo de un calendario.
Las observaciones astronómicas eran
realizadas por los sacerdotes desde la parte superior de los zigurats, los
templos mesopotámicos.
Tablilla VAT 7814 de Uruk que informa del eclipse lunar de 194 AEC (Imagen: Hermann Junghans vía Wikimedia Commons) |
Enūma Anu
Enlil
Esta serie de 68 o 70 tablillas está dedicada principalmente a
presagios que afectaban al rey o al estado, situándose su número entre los
6.500 y los 7.000. La obra tal y como se conoce fue recopilada probablemente
durante el periodo casita pero algunas versiones parece ser que existían ya en
el periodo paleobabilonico, siglos XVIII-XVII AEC. El significado del título es
Cuando Anu y Enlil…
Las primeras 13 tablillas tratan sobre las apariciones de la Luna
en varios días del mes y su relación con planetas y estrellas, la tablilla 14
presenta un cálculo matemático para saber la visibilidad de la Luna a lo largo
de un mes, las tablillas de la 15 a la 22 están dedicadas a los eclipses
lunares, de la 23 a la 29 al Sol y su relación con fenómenos atmosféricos, de
la 30 a la 39 a los eclipses solares, de la 40 a la 49 a los fenómenos
atmosféricos, especialmente el trueno, y los terremotos, y las últimas 20 a las
estrellas y los planetas.
La tablilla 63 habla de Venus, estudiando sus apariciones y
desapariciones en época de Ammi-Saduqa. En ella se calcula el periodo sinódico
del planeta en 19 meses y 17 días, de modo que considerando los meses de 30
días hace un total de 587 días, una cifra muy próxima a la conocida
actualmente, 583,92.
Tablilla de Venus de Ammi-Saduqa,
siglo VII AEC, biblioteca de Nínive
(Imagen: Fæ vía Wikipedia Commons,British Museum) |
Catálogos de
30 y 36 estrellas
En estos catálogos el cielo aparece dividido en tres vías paralelas
por donde circula el Sol. La superior se asociaba a Enlil, donde tenía lugar el
solsticio de verano, la central a Anu, con los equinoccios, y la inferior a Ea,
con el solsticio de invierno. En ellos se incluyen determinadas estrellas, seleccionadas
por su salida helíaca, y son la referencia más antigua de varias
constelaciones, aunque la exactitud astronómica parece sometida a otros
criterios, como tal vez mantener la tradición.
Uno de estos catálogos aparece en la tablilla HS 1897, que se cree
procedente de Nippur y se data hacia el siglo XIV AEC. Comprende 30 estrellas,
10 para cada división del cielo.
Los catálogos conocidos como Astrolabios
o Tres estrellas cada uno mencionan
36 estrellas, 12 para cada división y 3 para cada mes del año. Algunas de las
tablillas donde se han encontrado son la VAT 9416 (KAV 218), conocido como Astrolabio B y datado hacia el siglo XII
AEC, o la LBAT 1499, conocido como Astrolabio
de Pinches, datado hacia 700 AEC.
La tablilla babilónica BM 55502, del siglo VI AEC, muestra un
catálogo de 30 estrellas por un lado y uno de 36 estrellas por el otro. Esto
hace pensar que ambos tipos coexistieron por tradición en Mesopotamia desde la
segunda mitad del milenio II AEC hasta el Imperio caldeo o neobabilónico, 626-539
AEC.
Por otra parte, los catálogos de 30 y 36 estrellas también se
diferencian en que los primeros incluyen breves comentarios astrológicos como
los que se pueden encontrar en el Enūma Anu Enlil.
MUL.APIN
Este compendio astronómico consta de dos tablillas y, posiblemente,
de una tercera auxiliar. La copia más antigua que se conoce data de 686 AEC y
formó parte de la biblioteca de Asurbanipal en Nínive, Asiria, aunque se piensa
que la obra fue recopilada hacia el 1000 AEC o antes.
Los
nombres del Sol, la Luna y los planetas eran los siguientes:
• Sol - ͩUTU (Šamaš)
• Luna - ͩSin
• Saturno - UDU.IDIM.SAG.UŠ (El planeta estable)
- Zibanītu (Balanza)
- MUL. ͩUTU (Estrella del Sol)
• Júpiter - SAG.ME.GAR
- ͩŠulpaea
- ͩAMAR.UTU (Marduk)
• Marte - Salbatānu
• Venus - Dilibat
• Mercurio - UDU.IDIM.GU4.UD
- ša Ninurta šumšu (El planeta saltarín cuyo nombre es Ninurta)
El camino de la Luna que aparece en MUL.APIN atraviesa 18 estaciones o constelaciones, antecedentes de los signos del zodiaco. El principio de la lista es las Pléyades, posiblemente porque el Sol en el equinoccio de primavera estaba próximo a ellas en esta época, siendo su máxima aproximación en el siglo XXIII AEC. Las constelaciones eran las siguientes:.
• MUL.MUL (Estrella de estrellas) - Pléyades
• GU4.AN.NA (El toro del cielo) - Tauro
• SIPA.ZI.AN.NA (El pastor fiel del cielo) - Orión
• ŠU.GI (El antiguo) - Perseo
• ZUBI (La cimitarra) - Auriga
• MAŠ.TAB.BA.GAL.GAL (Los grandes gemelos) - Géminis
• AL.LUL (El cangrejo) - Cáncer
• UR.GU.LA (El león) - Leo
• AB.SIN (El surco de siembra) - Virgo
• ZIB.BA.AN.NA/zi-ba-ni-tum (Las escalas) - Libra
• GIR.TAB (El escorpión) - Escorpio
• PA.BIL.SAG (El arquero, Dios de Isin) - Sagitario
• SUḪUR.MAŠ.KU6 (El pez cabra) - Capricornio
• GU.LA (El grande) - Acuario
• KUN.MEŠ (Las colas) - Piscis
• SIM.MAḪ (La gran golondrina) - SO Piscis, ε Pegasi
• A.NU.NI.TUM (La dama del cielo / Diosa Anunitum) - Andrómeda
• LU.ḪUŊ.GA (El agricultor) - Aries
GU4.AN.NA marcaba el equinoccio de
primavera, UR.GU.LA el solsticio de verano, GIR.TAB el equinoccio de otoño y SUḪUR.MAŠ.KU6 el solsticio de
invierno.
El MUL.APIN utilizaba la división del cielo del Astrolabio y elevaba el número de estrellas a 71. Aportaba
información sobre salidas helíacas e intervalos de tiempo entre ellas, pares de
constelaciones que aparecían y se ocultaban simultáneamente, el trayecto de la
Luna y los planetas, un calendario solar, posiciones de los planetas y
apariciones de estrellas para ajustar el calendario o presagios relacionados
con la aparición de estrellas, planetas, vientos y MUL.U.RI.RI, que tal vez
eran los cometas.
Tablilla con el MUL.APIN (Imagen: Wikimedia Commons) |
Lente de
Nimrud
Como curiosidad, algunas opiniones de cómo
veían los mesopotámicos a los planetas Venus y Saturno han sido relacionadas
con la llamada lente de Nimrud,
datada hacia el 1000 AEC.
En
el caso de Venus existe un texto que algunos asiriólogos lo traducen así:
"Cuando Ištar a su cuerno de la mano derecha aproxima una estrella, habrá abundancia en el país. Cuando Ištar a su cuerno de la mano izquierda aproxima una estrella, será malo para el país."
De esta forma, sabida la asociación entre Ištar y Venus, algunos
han pensado que las fases de planeta eran conocidas ya por los mesopotámicos.
En cuanto a Saturno, los asirios lo veían como un dios rodeado por
un anillo de serpientes y, aunque estos animales eran frecuentes en la
mitología asiria, no deja de ser algo que llama la atención.
La función exacta de la lente
de Nimrud se desconoce, por lo que algunos han creído que podía haber sido utilizada
como parte de un antiguo telescopio. Sin embargo, su insuficiente calidad
óptica y que no se mencione algo parecido a un telescopio, o a una lupa, en los
numerosos textos asirios conservados hoy en día, hace pensar que pudo haber
servido como simple elemento decorativo.
Lente de Nimrud (Imagen: Geni vía Wikimedia Commons, British Museum) |
Matemáticas
Las matemáticas mesopotámicas tuvieron como
centro neurálgico Babilonia, de modo que muchas veces se habla de matemáticas
babilónicas. En contraste con la escasez de fuentes egipcias relacionadas con esta ciencia, en Babilonia se han encontrado desde 1850 más de 400 tablillas. Durante el periodo helenístico se fusionó el saber matemático procedente de Mesopotamia, Egipto y la Grecia clásica, siendo después el pueblo árabe quien tomaría el relevo.
Desde mediados del milenio III AEC los sumerios escribieron tablas de multiplicar, divisiones y problemas geométricos. Muchas de las tablillas están datadas entre 1800 AEC y 1600 AEC, encontrándose en ellas fracciones, álgebra, ecuaciones de segundo y tercer grado o ternas pitagóricas.
Los mesopotámicos utilizaban un sistema
sexagesimal, es decir, un sistema de numeración posicional que usaba como base
el número 60, que cuenta con la ventaja de tener un gran número de divisores.
Con el dedo pulgar de una mano se contaban las tres falanges de cada dedo
restante de esa mano, empezando por el meñique de arriba abajo, lo que hacía un
total de 12. Entonces se levantaba un dedo de la otra mano y se empezaba otra
vez, pudiéndose contar así hasta 60.
Plimpton 322
Esta tablilla, compuesta de cuatro columnas
y quince filas de números, pertenece a la Colección G.A. Plimpton de la
Universidad de Columbia y es conocida por mostrar, probablemente, ternas
pitagóricas más de un milenio antes del nacimiento de Pitágoras, ya que está
datada hacia 1800 AEC. Una terna pitagórica consiste en tres números, a, b y c,
que cumplen que a² + b² = c², es decir, que a y b
serían los valores de los catetos y c el de la hipotenusa de un triángulo
rectángulo. En cualquier caso la interpretación de la tablilla aun
se discute.
YBC 7289
Escrita hacia 1800-1600 AEC, esta tablilla,
que forma parte de la Colección Babilónica de Yale, contiene la primera
aproximación a la raíz cuadrada conocida. Los números para la raíz cuadrada de
dos son 1, 24, 51 y 10, de modo que el resultado es 1 + 24/60 + 51/60² + 10/60³ = 1,41421296, muy aproximado al valor que sabemos hoy
en día, 1,41421356.
Tablilla YBC 7289 (Imagen: Bill Casselman vía Wikimedia Commons, Yale Babylonian Collection) |
Referencias:
• HEISER, Michael
S. (c. 2003), The myth of a sumerian 12th
planet: “Nibiru” according to the cuneiform sources. University of
Wisconsin-Madison. Recuperado de: http://www.michaelsheiser.com/nibiru.pdf
• PANNEKOEK, Anton
(1961), A history of astronomy, p.
35. George
Allen & Unwin Ltd. Recuperado de:
• PINGREE, David;
HUNGER, Hermann (1999), Astral sciences
in Mesopotamia, pp. 32-39. Brill Academic Pub. Recuperado de:
• OELSNER, Joachim;
HOROWITZ, Wayne (1997/1998), The
30-Star-Catalogue HS 1897 and the late parallel BM 55502. Archiv für
Orientforschung (AfO)/Institut für Orientalistik. Recuperado de:
• OPPENHEIM, Adolph Leo (1964), edición ampliada por Erica REINER (1977), La antigua Mesopotamia: Retrato de una
civilización extinguida. University of Chicago.
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