Estoy en el trabajo, aburrido y en silencio, al igual que mis compañeros. De repente, entran corriendo cuatro policías que me muelen a porrazos y me detienen, informándome de que alguien les ha dicho que soy un extraterrestre peligroso, lo cual no han dudado ni un segundo. Los compañeros apenas se inmutan y asienten con la cabeza como diciendo ya sabía yo que…; todos menos uno, que se levanta y proclama que no tiene nada más que garbanzos en las encías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario